La radiación emitida por el desastre nuclear de Japón ya ha aparecido dentro de agua "potable" en al menos trece ciudades de Estados Unidos; también en la leche y en el aire se han detectado inusuales niveles de material tóxico.
La radiación liberada en Japón tras el desastre nuclear que siguió al terremoto-tsunami ha comenzado a hacer presencia en Estados Unidos, manifestándose en una forma que podría afectar severamente a la población de este país: el agua potable. De acuerdo con la Environmental Protection Agency, en al menos trece ciudades estadounidenses se ha detectado altos niveles de radiación en agua potable. Además, en Montepelier, Vermont, se ubicó celsio-137 (un elemento altamente tóxico) presente en leche comercial, mientras que en Phoenix y Los Ángeles se halló leche conteniendo iodino-131.
A pesar de los esfuerzos de la EPA por publicar discretamente esta información a través de su sitio en internet, lo cierto es que, por obvias razones, la noticia circuló rápidamente en decenas de medios pues se trata de una amenaza real para la salud de la población estadounidense. Entre las ciudades en donde se registraron niveles inusuales de radiación en el agua potable se encuentran:
Columbia, Detroit, Denver, Cincinatti, y Pitsburgh. Mientras que en otras cinco ciudades, incluyendo Las Vegas, Nevada, se registró iodino-131 también en los filtros de aire.
Aquí la respuesta (por un niño de 6 años).
Siendo un Veterinario, fui llamado para examinar a un Sabueso Irlandés de 10 años de edad llamado Belker. Los dueños del perro, Ron, su esposa Lisa y su pequeño Shane, estaban muy apegados a Belker, y estaban esperando un milagro.
Examine a Belker y descubrí que estaba muriendo de Cáncer. Les dije a su familia que no podíamos hacer ya nada por Belker, y me ofrecí para llevar cabo el procedimiento de eutanasia en su casa.
Hicimos los arreglos necesarios, Ron y Lisa dijeron que sería buena idea que el niño de 6 años, Shane observara el suceso. Ellos sintieron que Shane podría aprender algo de la experiencia.
Al día siguiente, sentí la familiar sensación en mi garganta cuando Belker fue rodeado por la familia. Shane se veía tranquilo, acariciaba al perro por última vez, y yo me preguntaba si él comprendía lo que estaba pasando. En unos cuantos minutos Belker se quedó dormido pacíficamente para ya no despertar.
El pequeño niño pareció aceptar la transición de Belker sin ninguna dificultad o confusión. Nos sentamos todos por un momento preguntándonos el por qué del lamentable hecho de que la vida de las mascotas sea mas corta que la de los humanos.
Shane, que había estado escuchando atentamente, dijo: ''Yo sé por qué.''
Sorprendidos, todos nos giramos a mirarlo. Lo que dijo a continuación me maravilló, nunca he escuchado una explicación mas reconfortante que ésta.
Este momento cambió mi forma de ver la vida.
El dijo,
''La gente viene al mundo para poder aprender como vivir una buena vida,como amar a los demás todo el tiempo y ser buenas personas, verdad?''
''Bueno, como los perros ya saben cómo hacer todo eso, pues no tienen que quedarse por tanto tiempo como nosotros.''
La moraleja es:
Si un perro fuera tu maestro, aprenderías cosas como:
Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de puro Éxtasis.
Toma siestas.
Estírate antes de levantarte.
Corre, brinca y juega a diario.
Mejora tu atención y deja que la gente te toque.
Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
Cuando haga mucho calor, toma mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
Cuando estés feliz, baila alrededor, y mueve todo tu cuerpo.
Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
Sé leal.
Nunca pretendas ser algo que no eres.
Si lo que quieres está enterrado, escarva hasta que lo encuentres.
Cuando alguien tenga un mal día, quédate en silencio, siéntate cerca y suavemente hazles sentir que estás ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario